El reino pelágico es el habitat más grande y desconocido del Planeta y, aunque a menudo es llamado «Gran Desierto Azul», tanto las extraordinarias formas de vida que lo habitan, como la sensación de ingravidez, suspendido en la nada, te abrirán una nueva y fascinante ventana al mar como nunca antes lo habías imaginado.
Por primera vez en Ali Sub, te llevamos a descubrir el reino de alta mar, de la mano de nuestro gran amigo y colaborador Ángel Fitor, experto naturalista y uno de los fotógrafos de naturaleza marina más prominentes de la escena internacional.
Seguro que has oído hablar del plancton (del griego: planktós, “errante”). Esta gran comunidad de seres vivos está compuesta por el fitoplancton (algas unicelulares y bacterias). Estos organismos microscópicos producen entre el 50 y el 85% del oxígeno que se libera cada año a la atmósfera. Sí, has leído bien. Los mares y océanos son los verdaderos pulmones del Planeta y responsables de que hoy podamos respirar.
Y también, dentro de esta inmensa familia, está el zooplancton, formado por diminutos animales. Tan bellos y extraños, estos seres son unos maestros en el arte de “saber fluir”; ya que pasan su vida a merced de las corrientes marinas.
Y también son muy abundantes, pues suponen el 90% de los organismos vivos de los mares y océanos, ¿Qué te parece?
Pero espera, que aún hay más.
Durante el día, el zooplancton se encuentra a profundidad para evitar a sus depredadores naturales como las sardinas, boquerones, bogas y otros pequeños peces pelágicos que necesitan la luz para cazar. Al ocaso, el zooplancton asciende a alimentarse en superficie y vuelve a bajar a medianoche, dispersándose de nuevo.
Junto al diminuto zooplancton, viaja también el llamado macro zooplancton, como las medusas, las salpas y los ctenóforos. Y tras ellos, sus predadores como los peces luna o las tortugas.
Antes del amanecer, se da un segundo pico de alimentación y, tras el “desayuno” vuelven a descender, poco después de la salida del sol.
Y justo en ese mágico momento del día, al alba, un pequeño y afortunado grupo del que TU PUEDES FORMAR PARTE, estaremos navegando hacia el horizonte de una nueva aventura, con la emoción a flor de piel, y a punto de calzarnos las aletas e ir al agua… Sin expectativas. Con ilusión.
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Disponibles para recibir lo que el mar quiera ofrecernos ese día.
Solo el mar sabe si encontraremos algo, o algo nos encontrará a nosotros, quién sabe.
Pero esa incertidumbre es precisamente lo que nos hace brillar los ojos y nos pone el corazón contento. Seguro que sabes de lo que hablamos.
En la expedición al Piélago no hay destino, solo viaje.
Los avistamientos de algún animal extraordinario pueden producirse en cualquier momento durante la navegación. Grandes bancos de medusas o tunicados, o bolas de peces en superficie perseguidas por bonitos y hasta atunes, nos pueden hacer parar el barco y saltar al agua para disfrutar del espectáculo único. Como tripulante de la expedición, tus sentidos estarán alerta y listos para la acción.
Además, hemos seleccionado cuidadosamente el área donde haremos la inmersión. Sobre alguno de los conocidos Pecios de La Vila que, aunque por supuesto no visitaremos, constituyen una suerte de oasis de vida en mitad del fondo fangoso profundo,que nos puede regalar excitantes sorpresas suspendidas en el azul.
La exploración del mar abierto implica, en esencia, que no hay nada escrito. El avistamiento de un simple objeto a la deriva puede cambiar por completo el programa del día, ya que bajo los mismos suelen viajar los “autoestopistas” del mar: peces ballesta, llampugas e incluso túnidos, utilizan los objetos flotantes como referencia en sus viajes con las corrientes marinas.
En un día calmado, la mínima alteración de la superficie puede darnos la pista de que algo pasa bajo el agua. Aprenderás a observar, reconocer e interpretar esas sutiles señales que el mar te ofrece. Cualquiera de ellas, puede convertirse en la experiencia del día, ¡Y hasta de la vida!
Y ahora sí, Bienvenid@ a bordo.
Si deseas que te contemos con más detalle e informarte de las fechas de las próximas expediciones al Piélago, será un placer saber de ti 😊
GEnial Enhorabuena
¡Gracias Antonio! Sería una alegría verte en el Piélago, rodeado de azul. Un abrazo
Bella y brutal experiencia, a partes iguales. A los que nos sentimos más seres de agua, que terrestres, nos encantan estas clases magistrales. Enhorabuena. Esperaremos noticias. Abrazo.
Hola querido Ser de Agua 😉
Así es, Pepe. Es una bellísima experiencia y nos alegra mucho que te toque la «patata». Y lo mejor es que tu puedes vivirla en tu propia piel. Hemos organizado varias expediciones para es@s buceadores y buceadoras inquietos y sensibles, Embajadores del Mar. De hecho, ¡Te enviamos la información ya mismo!
Un abrazo muy pelágico